Sergel Gelati, PYME de distribución de materia prima para heladería, son un ejemplo de responsabilidad social corporativa. El 16% de su plantilla son personas con certificado de discapacidad. En verano, cuando la plantilla aumenta por la temporalidad de su negocio, hasta el 28% del personal de atención al público, almacén y administración tiene discapacidad.
Stefano Leonino, comercial de la empresa, acudió como invitado al IV encuentro de Salud Mental del Barrio de Tetuán con el fin de explicar su experiencia con un empleado reclutado en un Centro de Rehabilitación Laboral.
"Empezó hace cuatro años con funciones administrativas. Recibía y archivaba albaranes, reclamaba las facturas. Poco a poco empezó a hacer más funciones. Lleva el control de todos los envíos de mercancía que hacemos y desde que él ocupa este puesto no ha habido ni un solo error. Ahora mismo no nos imaginamos la empresa sin él".
La contratación de este trabajador abrió a Sergel Gelati a nuevas oportunidades de negocio. Poco después les fue concedido por el ayuntamiento de Tres Cantos un quiosco de helados en la vía pública que también está gestionado por trabajadores con discapacidad.
Junto a Stefano, participó también Rosi Muñoz, hermana de una persona afectada por trastorno mental. "Para las familias es una alegría que estén trabajando. Están tan entusiasmados y lo viven con tanta felicidad que nos contagian esa alegría."