lunes, 18 de mayo de 2015

ROMPIENDO BARRERAS

Nuestras compañeras Marta Rodríguez de Velasco, técnica de empleo del CRL Latina, y Cristina González, técnica del CRL Vázquez de Mella, relatan los obstáculos que encuentra una candidata con enfermedad mental para encontrar empleo y los servicios que ofrecen los Centros de Rehabilitación Laboral. 



L.M. trabaja como recepcionista en una multinacional de consultoría informática. Tiene una imagen pública impecable y se ha formado en escuelas internacionales de secretariado y protocolo. Hace dos años que le contrataron, y con el tiempo ha ido adquiriendo mayores responsabilidades gracias a su carácter proactivo, su motivación frente al trabajo y su gran capacidad de organización. 
Pero no siempre fue así. Antes de que su actual jefe descubriera su gran potencial, estuvo inactiva laboralmente durante cuatro años. El hecho de tener una discapacidad psíquica, supuso para muchos un obstáculo en su tarjeta de presentación.
El de L.M. no es un caso aislado. Según datos del Ministerio de Salud, se estima que el 19,5% de los españoles presentaron alguna vez en la vida algún trastorno mental. A pesar de ser una cifra lo suficientemente significativa para ser ignorada, los datos de empleo reflejan otra realidad diferente. El 75% de las personas que padecen alguna enfermedad mental en España se encuentran en situación de desempleo, y solo el 25% restante tienen trabajo.
Sin embargo, para que todo ello funcione es necesario que la sociedad ofrezca igualdad de oportunidades.

La sociedad tiene una visión negativa de la enfermedad mental relacionándola con conductas antisociales y violencia, fomentada por los medios de comunicación, cuando no se ha demostrado que haya una relación causal entre ellas. 
Los empresarios, como parte de esta sociedad, también tienen una imagen negativa en muchas ocasiones de este colectivo, por lo que muchas veces no quieren contratarles porque consideran que pueden ser conflictivos o problemáticos.
La inserción laboral constituye el mejor mecanismo de lucha contra la exclusión y la mejor herramienta para paliar el estigma social que supone para todas aquellas personas que lo padecen, y la falsa creencia acerca de la incompatibilidad entre discapacidad psíquica y empleo. El caso de Lucía es un fiel ejemplo de ello. 
Con esa misión nacen los Centros de Rehabilitación Laboral de la Red Pública de Atención Social a personas con enfermedad mental grave y duradera. Estos centros ponen a su disposición un equipo de profesionales que les ofrecen servicios y programas de orientación personalizados enfocados a la promoción del empleo e impulso de su desarrollo profesional. Trabajamos, además, para hacer realidad la empleabilidad laboral y la colocación efectiva de este colectivo.
En los últimos años los CRL de la Comunidad de Madrid han impulsado acciones de sensibilización muy positivas en los planes de mediación con las empresas, como jornadas con empresarios, voluntariado corporativo y la formación personalizada sobre enfermedad mental y empleo. Acciones que tienen como objetivo principal la eliminación de prejuicios y mitos que rodean a las personas afectadas por esta dolencia y la apertura a nuevas oportunidades para una integración efectiva.



En la actualidad, la Red de CRL se compone de 22 CRL, extendidos por toda la Comunidad de Madrid. Dichos recursos tiene una capacidad de atención de más de 1000 plazas en total, y son gestionadas por diez entidades diferentes.

La falta de información sobre salud mental es otro de los grandes retos a los que se enfrenta este colectivo a la hora de incorporarse al mercado laboral. Por eso trabajamos día a día para romper las barreras impuestas por el estigma social y combatir la discriminación que a menudo afecta a este colectivo. Asimismo, nos esforzamos para potenciar sus capacidades, facilitar su integración social y favorecer el contacto con la realidad que les rodea, como receta imprescindible para maximizar sus oportunidades de empleo.

En esa misma línea, promovemos la visibilidad de buenas prácticas a través de casos exitosos de integración laboral, que apuestan por aplicar en las empresas los modelos de inserción que han obtenido resultados positivos para el mantenimiento del puesto. 

El diseño e implementación de planes de formación, el empleo con apoyo, o las prácticas previas al empleo son algunas de las acciones que han permitido que en el año 2014, del total de los 1351 usuarios atendidos, se ha logrado que 675 usuarios tuvieran actividad laboral en 2014, lo que supone un 50% de inserción laboral sobre el total de usuarios atendidos

Somos conscientes de que aún queda mucho trabajo por hacer. Por eso, desde el CRL vamos a continuar impulsando planes de sensibilización que reflejen y normalicen la realidad de personas con capacidades psíquicas diferentes, en la construcción de un nuevo marco de percepción social y laboral desde un prisma diferente, el de la igualdad. 




Cristina González Chicote (CRL Vázquez de Mella

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